Recursos hídricos de Mendoza en su contexto regional

Restauración y conservación. Programa de rehabilitación y manejo Sitio

A partir de la década de 1950, el proceso de modificación de las características ecológicas del Sitio se aceleró. Esto ocurrió, en parte, debido a causas naturales (sequía e inundaciones), pero en mayor medida por efectos de la mano del hombre. Esta intervención provocó una importante disminución de la superficie de humedales que afectó las actividades tradicionales de los pobladores del Sitio al dejarlos sin agua para riego en algunos casos, o provocando inundaciones en otros. Finalmente, el fenómeno ocasionó la degradación ambiental y el aislamiento periódico de los principales asentamientos.

Las comunidades Huarpes aprovecharon históricamente los recursos de las Lagunas de Guanacache, no sólo para abastecerse de agua dulce, sino también para la pesca, ganadería caprina y agricultura de subsistencia. Cuando las aguas se retiraban, los suelos lacunares servían para la siembra de variedades de ciclo corto: maíz, zapallo, melón, sandía, girasol y legumbres. Además utilizaban totora, junco y junquillo para la construcción de quinchas, canastos y balsas. También aprovechaban la arcilla para alfarería. Los “Laguneros” que hoy habitan el Sitio, reclaman sus lagunas como patrimonio cultural. En las últimas décadas se registra una paulatina reducción en la cantidad de agua en el tramo inferior del río Mendoza que abastece a los humedales asociados.

Figura 55: Comparación de dos imágenes satelitales de las Lagunas de Guanacache 

Fuente: Soria Darío, IADIZA - CONICET.

Descripción:

  • Año 1987: se observa de color negro las lagunas, Laguna del Rosario, pertenecientes al sistema de Guanacache.
  • Año 2001: no se observa la coloración oscura, lo que pone de manifiesto la retracción de los cuerpos de agua.

Con el objetivo de materializar las obras de almacenamiento de agua y detener la erosión retractiva en los tramos finales del río San Juan (más exactamente en San Miguel de los Sauces, Departamento de Lavalle, Mendoza) la Fundación Humedales (Wetlands International) impulsó un proyecto, de cuatro años de duración, con intervenciones para la restauración de esa parte del humedal. Los pobladores fueron parte activa de las obras, junto con el personal técnico del proyecto. Previamente, se realizaron estudios topográficos, hidrológicos y ecológicos, los que permitieron definir las obras necesarias. Los diseños fueron posteriormente aprobados y validados por las instituciones gubernamentales a cargo del Sitio Ramsar y especialistas en manejo del agua y medio ambiente de Mendoza.

Figura 56: Reunión entre especialistas y pobladores para la planificación de obras Fuente: Amaya Nidia, Fundación Humedales, Proyecto Restauración y Conservación Sitio Ramsar Lagunas de Guanacache.

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Figura 57: Máquinas y camiones en la concreción de los terraplenes revestidos Fuente: Amaya Nidia, Fundación Humedales, Proyecto Restauración y Conservación Sitio Ramsar Lagunas de Guanacache.

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Figura 58: Colocación de la geomembrana y bolsas de arena 

Fuente: Sosa Heber, (GCFA) Grupo de Conservación de Flamencos Altoandinos, Proyecto monitoreo de flamenco austral en Sitio Ramsar laguna de Llancanelo.

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Figura 59: Acumulación de agua de las tormentas de verano 

Fuente: Sosa Heber, (GCFA) Grupo de Conservación de Flamencos Altoandinos, Proyecto monitoreo de flamenco austral en Sitio Ramsar laguna de Llancanelo.

Se realizaron modificaciones en función de los problemas identificados por los mismos pobladores. Las intervenciones y obras realizadas en esta área piloto sirvieron para enriquecer de experiencia a quienes participaron y mostraron la posibilidad de aplicación en otras localidades del Sitio Ramsar de Guanacache.

Otras obras para recomponer los humedales son los azudes construidos sobre el río Desaguadero en año 2014. Estas infraestructuras fueron realizadas por el Gobierno de San Luis, en acuerdo con la Provincia de Mendoza y consisten en un escalón (azud nivelador) sobre el río, el que permite elevar su nivel de base lo que, a su vez, lleva a que el agua desborde y ocupe las zonas que originalmente eran fondos de lagunas. También brindan un importante aporte a la lucha contra la desertificación, preservación de la biodiversidad y contra el cambio climático que se especifica en el Protocolo de Kioto.

Figura 60: Azud sobre el río Desaguadero para contener y elevar el nivel de agua 

Fuente: Banco de imágenes del Departamento General de Irrigación.