Recursos hídricos de Mendoza en su contexto regional

Variables climáticas: altitud-latitud

La morfología dominante en Mendoza determina que los ríos de cauce permanente se alimenten del deshielo proveniente de las acumulaciones níveas en la Cordillera de los Andes y escurran hacia la llanura oriental como cuencas. Estas, en forma directa o indirecta, desaguan al Océano Atlántico (pertenecen al Sistema Desaguadero) a excepción de la Cuenca Llancanelo que es un sistema cerrado e independiente.

Para explicar la interacción entre los factores morfológicos y climáticos imperantes en la provincia observamos como ejemplo un perfil trasversal:

Figura 22: Perfil trasversal a 32º 40`, latitud Sur 

Fuente: Adaptado de Sardina Daniel INCHAUSPE, (1967).

La imagen anterior representa un corte trasversal Oeste/Este, en el paralelo 32º 40` Sur. Es evidente el relieve de los sectores chileno y argentino. La Cordillera de los Andes actúa de barrera natural donde los vientos del Pacífico descargan humedad lo que genera lluvias y acumulación de nieve, de un lado y otro de las altas cumbres. Además, la cota de nieve permanente y la cota de nieve normal de estas alturas serán, por derretimiento, la fuente de abastecimiento de agua a los ríos.

En cuanto a los sistemas orográficos (montañas) destacan las mayores alturas con la Cordillera Principal (también llamada Cordillera del Límite), ubicadas en el Oeste de Argentina. Luego, hay una depresión conformada por el Valle de Uspallata y una nueva elevación de menor jerarquía que la anterior, la Precordillera, que forma parte del relieve positivo que antecede a la llanura oriental donde su relieve deprimido se mantiene hasta el río Desaguadero.

Las elevaciones occidentales sirven no solo de barrera de los vientos húmedos del Pacífico, sino que también retienen, acumulan y alimentan los ríos de régimen nival permanente, además de representar la principal fuente de recarga de las aguas subterráneas.