El agua como recurso natural

El agua es uno de los cuatro elementos que el filósofo griego Aristóteles (siglo IV A.C.) definió como elemento del universo junto con el aire, la tierra y el fuego. Es la sustancia más abundante que existe en la Tierra y el principal componente de todos los seres vivos: constituye más del 80% del cuerpo de la mayoría de los organismos y participa en la mayor parte de los procesos metabólicos que estos realizan. Además, interviene de manera fundamental en el proceso de fotosíntesis de las plantas, es el hábitat de una gran variedad de seres vivos y constituye un factor decisivo para la existencia humana en la regulación del clima, la formación de paisajes y el desarrollo económico de las sociedades.

¿Qué es la tasa de renovación?

Es un valor comparativo que se mide en años y expresa el tiempo que tarda el recurso en recomponerse a su estado y condiciones originales, luego de un episodio de contaminación. El agua presente en la atmósfera es la que menor tasa de renovación muestra, ya que en 9 años recupera sus condiciones naturales si no persiste la causa de la contaminación (por ejemplo, emisiones de industrias). La contraparte son los glaciares: su tasa de renovación son 15.000 años debido a que el agua en estado sólido forma parte de ciclos glaciarios que muestran períodos prolongados de recuperación.

Este concepto es muy importante para entender por qué algunos recursos son renovables y otros no. Los recursos naturales renovables son considerados así porque tienen la capacidad de recuperarse en los ciclos ecológicos.

Incorporamos otros conceptos que parecen tener el mismo significado:

Renovabilidad: es la propiedad de los recursos (agua, hielo, bosques, fauna, energía, etcétera) de regenerarse o volver a su estado original dentro del ciclo normal de interacción de los procesos naturales. Esta propiedad debe producirse sin intervención del hombre.

Sustentabilidad: se refiere a la relación entre las sociedades humanas y la naturaleza. Es la capacidad que tiene una sociedad para hacer un uso consciente y responsable de sus recursos sin agotarlos o exceder su capacidad de renovación. También nos habla del uso de recursos sin comprometer el acceso a estos por parte de generaciones futuras.