El consumo de agua

Debemos diferenciar entre el consumo de agua endosomático y consumo exosomático. El primero hace referencia al consumo necesario para sobrevivir, es decir, aquella cantidad de agua imprescindible para nuestras funciones vitales. El segundo corresponde a los usos prescindibles, desde el punto de vista biológico, relacionados con factores culturales y sociales. Por ejemplo los usos deportivos o recreativos.

Así, mientras que para los seres humanos primitivos nómadas (cazadores y recolectores) el agua era un elemento de consumo endosomático, para las sociedades modernas (y a medida que el modelo de sociedad se transformó en favor de uno más sedentario) se desarrollaron nuevos hábitos y pautas de consumo relacionados con usos exosomáticos. Esta necesidad creciente de recursos hídricos hizo que las comunidades humanas se instalaran y desarrollaran, desde la antigüedad, en lugares donde abundaba el agua como ríos y lagos.

El consumo de agua endosomático aumenta de forma proporcional al crecimiento demográfico, mientras que el consumo exosomático varía en función del cambio de hábitos sociales.

Desde principios del siglo XX hasta la actualidad, la población de la Tierra se ha multiplicado casi por tres, mientras que el consumo de agua lo ha hecho por seis. Esto pone de manifiesto que el principal incremento se ha dado en los usos exosomáticos.

En los gráficos siguientes se puede apreciar el incremento poblacional mundial (período 1650-2000) y el consumo de agua de países tipo por continente, además de la evolución del consumo por usos de agua en el mundo hacia el año 2025. El consumo de agua está estrechamente relacionado con el nivel de desarrollo socioeconómico de cada país. Así, países menos industrializados, como el Congo, presentan un consumo medio de agua por habitante de 30 litros por persona y día (se calcula al dividir el consumo total de agua de un país por su población). En otros países como los Estados Unidos, el uso puede llegar a los 4.620 litros por persona y día, aunque debemos tener en cuenta que disponen de una red avanzada de captación, tratamiento, almacenaje y distribución de agua potable, además de hábitos de consumo exosomático mucho más acentuados.

Figura 7: Evolución de la población mundial 

Fuente: Adaptado del Informe de la ONU sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el mundo, (2014).

Figura 8: Consumo diario de agua en diversos países  

Fuente: Adaptado del Informe de la ONU sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el mundo, (2014).

Figura 9: Evolución del consumo de agua en el mundo 

Fuente: Adaptado del Informe de la ONU sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el mundo, (2014).