Algunos espacios donde se evidencia la brecha de género en el ámbito del agua

  • Normas y conductas generalizadas en materia de género: hay diferencias en el acceso y el control del agua. Las mujeres y las niñas tienen un acceso restringido a los recursos productivos como el agua, la tierra, los insumos agrícolas, las finanzas y el crédito, los servicios de extensión y la tecnología.

 

  • División del trabajo según el género: las mujeres y las niñas son las que llevan la mayor carga relacionada con el agua, los alimentos. Ellas pasan una cantidad desproporcionada de horas en tareas domésticas no remuneradas que son muy pesadas y llevan mucho tiempo en ir a buscar agua y leña, lavar la ropa y los platos, y preparar los alimentos. Estos trabajos, reducen sus oportunidades de acceder a la educación, a trabajos formales y a la participación política, y perpetúan entre generaciones la transferencia de la pobreza y de la falta de empoderamiento.

 

  • Modelos de producción según el género: el trabajo de agricultura de subsistencia y las tareas no remuneradas de colecta de agua, lo llevan a cabo mayoritariamente las mujeres, mientras que los hombres comercializan grandes cosechas que dejan un beneficio económico. Además, los derechos al agua están por lo general relacionados con los derechos a la tierra, que muchas veces excluyen a las pequeñas agricultoras de acceder al agua de riego.

 

  • Gobernanza y liderazgo según el género: las mujeres están excluidas en las políticas y la gestión en los sectores del agua. Empoderarlas promoverá economías prósperas y sociedades inclusivas que impulsen la productividad y el crecimiento.